viernes, 12 de diciembre de 2014

El día antes del Parto

Al final mi chiquitín nació el dia 5 de agosto, mediante cesárea, peso 3,490 gr, y midió 52 cm. Una ricura de niño: mi hijo.

Ya han pasado varias semanas desde el parto, pero hay numerosas sensaciones que me vienen a "bote pronto" y no se olvidan... Tener un hijo es un experiencia muy, muy intensa - aún con cesárea, asi que me imagino otro plus, si se tiene mediante parto vaginal -. Otra conclusión a la que llegue es que el parto está lleno de riesgos que no imaginamos, pero que todas, tácitamente, aceptamos.

Mi experiencia fue la siguiente: el lunes 4 de agosto acudí a monitores, al igual que los dos lunes anteriores. Bebí mi zumo de naranja triple de azucar, comí los bombones que me dió la enfermera y ....  me colocaron las correas para los monitores. Todo normal, incluso podríamos decir que estaba más verde que verde.... así que nos fuimos a casa, bueno a casa de mi madre, en el pueblo en el que pasamos el mes de agosto ( que lejos queda ya)

Esa primera semana de agosto, es la semana pre-laurentis, así que animada por la visita al médico, y sobre todo, pensando que aun cumpliría con la fecha prevista para el parto (11 de agosto) me animé a colaborar en la chocolatada de los niños y servirles chocolate ... como no podía estar quieta y me encanta estar en todos los ajos aún me puse silbato en ristre a organizar los juegos infantiles. A media jugada ;)) cuando comenzaron las guerras con globos de agua ...... mi marido me sacó de allí, no fuera a ser que alguno se me llevara por delante a mí y a mi bombo de 39 semanas + 1.

La verdad es que yo me encontraba exultante, mejor que las semanas anteriores, y así lo reflejan las fotos de ese último día. Después del chocolate cené como siempre y me fui a la cama, pero a las tres de la mañana.... Rompí aguas!!

La rotura de aguas es inconfundible, nada que ver con mi primera falsa alarma :)))) es como los globos de agua de la tarde ... el agua cae a peso, y conforme vas andando, va cayendo, así que me moví poco. Me vestí, coloque una toalla en el asiento del coche y nos fuimos a Huesca.... aunque era la madrugada del 5 de agosto, caía una tormenta de impresión .... pero sólo duro unos kilómetros.

Al llegar a la clínica, llamaron a la comadrona y confirmó la rotura de aguas y la ausencia de dilatación, las contracciones mínimas, un "leve ronroneo", comentó... Vamos que iba directa a una cesárea.   Esperé donde me dijeron, sentada en una silla, la mar de modosa, hasta que a primera hora de la mañana aparecieron la ginecóloga y la comadrona juntas. Se rieron de lo lindo y de mis pintas con la camisa y la sábana enrollada en la cintura cual pareo balines! sentada en una silla. 

Rápidamente me prepararon, me cambiaron de habitación a otra más grande, con antesala y terraza, y me colaron la primera en el quirófano sobre las 8:30, antes que las demás cesáreas programadas. entré en el quirófano con una sonrisa y allá vamos!!! sin embargo ... no tengo buen recuerdo del primer rato en el quirófano: una sensación de ahogo me invadió cuando me pusieron la anestesia, recuerdo al anestesista que me daba ánimos y que la sensación de ahogo se agudizaba mucho, tanto que creí que me ahogaba, fue realmente desagradable, aún ahora me da angustia el recordarlo. También recuerdo que el anestesista, pidió prisa a los demás profesionales y acto seguido me durmieron del todo, ya no recuerdo más.....

El siguiente recuerdo es en la habitación y la ginecóloga despertándome al grito de: "Tienes un niño precioso" eran alrededor de las 9 de la mañana, giré la cabeza y allí estaba mi chiquitín, rompí a llorar!!!