domingo, 13 de marzo de 2016

A la nieve...

Se puede decir que voy a la montaña desde siempre y por tanto conozco el "modus operandi" de un día de montaña mucho mejor que el de un día en la playa.... sin embargo ir a una estación de ski con un niño de 19 meses - los cumplía ese mismo día - dista mucho de cualquier jornada de esquí que hubiera vivido antes.

Los preparativos son de órdago. La ropa de abrigo era lo único que tenía claro: leotardos, camisa de cuadros - a la antigua usanza - enterizo o mono y las botas de "Técnica" que me prestaron de mi sobrino, a quien yo se las había comprado 7 años antes...y que nos fueron de cine.  

Con lo que no contaba era con la movida de accesorios y complementos y eso que no teníamos previsto esquiar ese día: preparamos comida - P come a la una del mediodía - , algún tentempié, gorro, crema de protección para el sol, gafas, movil, protector labial, cámara de fotos, trineo, palas, pañuelos, un cambio completo de ropa, manoplas y una bufanda.... Solo que estas últimas dos cosas me las olvidé ...;((( la falta de manoplas la solucioné comprando unas en la misma estación de esquí. Ahora es una maravilla, en las estaciones hay tiendas en las que encuentras de todo para suplir esos artículos de "primera necesidad" y puedes incluso elegir entre varias cosas chulisimas, eso sí, quizás de precio están un poco por encima de la media, aunque a mí me aplicaron hasta un descuento por ser rebajas en las fechas en las que estábamos.....  La falta de bufanda la solucionamos con una del padre de P de esas que abrigan el cuello y que nos fue estupendamente ya que le tapaba la cabeza desde los oídos hasta la garganta.

El primer contacto con la nieve
Quizás la experiencia te enseña que a la montaña no se sube de cualquier manera... La verdad es que cualquier precaución para el frío es poca. Nevaba y hacía bastante frío para ser el mes de marzo, pero aún con un tiempo tan frío, lo pasamos genial. 

Estuvimos tirándonos en trineo, mayores y pequeños, un trineo con volante y freno y otras dos palas en las que sólo te cabía el trasero de talla inferior a la 40... P disfruto de lo lindo con los perros con trineo, nos subimos en todos los aparatos de la "skiti zone" y además le enseñamos al padre de P lo que era una estación de ski por dentro ;)))) jajaja . Eso sí, yo no me probé un ski, es más no tuve tiempo ni de envidiar a los que bajaban por las pistas porque no tuve ni un minuto para mirarlos o ver cómo se deslizaban, ni siquiera me fijé en cuales eran los colores de la temporada o las tendencias del apres  ski ... ;)))))) Eso sí, desde que llegamos a casa y los días siguientes solo ha hecho que nevar y nevar por lo que el Pirineo tiene más nieve hoy que ninguna otra fecha de la temporada y hoy desde aquí estoy que me muero de envidia viendo la Semana Santa que se prepara, siendo el Pirineo el primer destino.


Haciendo cima

Skity Area

Burner y Flapy

Cuando bajamos de la estación fuimos a ponernos entre pecho y espalda una comilona de esas montañesas que hacen historia y P se portó como un campeón del mundo. Estuvo toda la velada sentado en su silla tronca, entre su padre y su madre, haciéndole caritas a sus primos que estaban sentados enfrente, todos unos cielos. 

Es cierto que la montaña abre el apetito y el sueño y eso hizo que todos comiéramos y durmiéramos como si no hubiera un mañana, y de igual forma disfrutamos de nuestra escapada de invierno.

Ampriu


2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Uy!! Pues aún nos quedan unos meses.... he visto en tu perfil que tienes dos niños de corta edad. Espero que ellos también se aficionen a la nieve y así disfrutéis todos.

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